El comité de Navantia solicitó ayer a la Xunta que el contrato de Pemex para el astillero ferrolano se desligue "completamente" del de Barreras. El presidente del comité, Ignacio Naveiras, advirtió de que el astillero público no puede esperar a que Barreras arregle el problema de los avales. Mientras, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, defendía en el Parlamento gallego que, desde su llegada al cargo, no ha hecho "otra cosa que trabajar por el naval", entre reproches de los tres grupos de la oposición, que le instaron a "salir y dar la cara" ante los trabajadores que, en la calle, exigían su "dimisión".

 El portavoz de los trabajadores advierte de que el astillero ferrolano no puede esperar a que Barreras arregle el problema de los avales 

FARO DE VIGO, 14 Feb. (Ferrol).- "Ahora la Xunta se destapa diciendo que hay que pedir más plazo para la ejecución del flotel de Barreras y para nosotros hay que desligar completamente una situación de la otra", afirmó Naveiras, quien insistió en que hay que exigir al Gobierno gallego que en la reunión con Pemex en México "se inicie el primero de los floteles en la ría de Ferrol y, a continuación, ya veremos como transcurre el tema de los avales (de Barreras)".

Según el presidente del comité de empresa de Navantia, "ahora la Xunta se destapa diciendo que hay que pedir más plazo para la ejecución del flotel del astillero privado Barreras" y, aunque ha deseado la "mayor de las suertes" para sus compañeros, reiteró que "lo que no se puede es ligar la viabilidad de un astillero al de otro".

Navantia cumple todos los requisitos y "no se puede pedir más tiempo sin desligar los dos contratos", alega, por lo que dice no entender "por qué ahora se pospone casi cuatro semanas más" esta situación.

"Una semana en los astilleros en la ría de Ferrol es una sangría que no tiene justificación y que podría evitar muchos despidos", precisa Naveiras, quien calculó en que cada semana ello se traduce en más de un centenar de finalizaciones de contrato.

Por ello, pide poner en marcha "inmediatamente" el primero de los floteles y después analizar las "mejores soluciones" para que el naval público y privado "tengan un encaje que nos permita la generación de empleo para todos".

"No renunciaremos a la construcción del dique flotante del que la Xunta ahora se descabalga", aseveró el presidente del comité de empresa, quien ha querido subrayar que no vienen a Compostela "a pedir limosna".

En paralelo a todo ello, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró al BNG en el Congreso que el Ejecutivo "no ha descartado nada" sobre la construcción del dique, aunque defendió que el astillero ferrolano ya tiene actualmente trabajo asegurado.

Pese a estas afirmaciones, Ignacio Naveiras detalló que Navantia "sólo tiene carga de trabajo hasta septiembre, con un único buque en construcción", de modo que ha avanzado que "en septiembre estarán en subactividad 2.000 trabajadores de la empresa principal y unos 1.700 de la auxiliar". "No hay ningún contrato ni ningún proyecto con una fecha de inicio determinada, sólo promesas", ha sentenciado.

Unos 2.500 trabajadores de Navantia y de las empresas auxiliares demandaron ayer carga de trabajo para los astilleros de la ría ferrolana, al tiempo que han denunciado un retraso superior a un mes en el inicio de la construcción de los floteles encargados por Pemex.

Si bien su objetivo era manifestarse ante el Parlamento gallego coincidiendo con la segunda jornada de la sesión plenaria, un numeroso cordón policial -compuesto por 15 furgones y más de una veintena de agentes- impidió su acceso al exterior del Pazo do Hórreo. Por ello, permanecieron concentrados en las inmediaciones de la Cámara mientras coreaban "Ahí está la cueva de Alí Babá".

El presidente de la Xunta se reafirmó en la cámara gallega en sus gestiones a favor de este sector y replicó que no contempla otra opción que "carga de trabajo o dique flotante". "O una cosa o la otra", apostilló, mientras en los pasillos de la Cámara se escuchaban los gritos de los trabajadores exigiendo su "dimisión".

Por su parte, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, exigió al presidente de la Xunta "una rectificación pública" por "amenazar" con la construcción en la ría de Ferrol del hotel flotante que le corresponde a Barreras en virtud del acuerdo firmado con Pemex.

Caballero subrayó que "la ciudad espera" a que Feijóo haga "una rectificación pública" y "pida disculpas" personalmente, no a través de un "cargo menor" de la Xunta, por indicar que si Barreras no consigue los avales para la construcción del flotel, el objetivo secundario es que este buque "no salga de Galicia".

El líder de los populares vigueses, José Manuel Figueroa, le respondió que son Caballero y el PSOE quienes "tendrían que pedir no ya disculpas, sino asumir sus responsabilidades" al permanecer "impasibles" ante el "progresivo desmantelamiento" del naval.

Según Figueroa, el alcalde "ni ha hecho ni hace nada" por el sector naval de la ciudad, y sin embargo "se permite la ignominia" de reclamarle al presidente de la Xunta "no se sabe qué en torno a este asunto".

El portavoz del PP se preguntó "qué ha hecho" Caballero más allá de "emponzoñar todo cuanto se pretendía avanzar" en esta cuestión.

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