LA VOZ DIGITAL, 10 Dic. (Cádiz).- El futuro del portaaviones 'Príncipe de Asturias' aún no está escrito. El Ministerio de Defensa anunció el pasado 22 de noviembre la jubilación del buque tras 25 años de servicio, pero no desveló con claridad cuál sería su destino final, aunque nunca habló de desguace. De momento, esta opción no figura entre los planes prioritarios del Gobierno. La Armada española ha confirmado que el barco saldrá de su base en Rota con destino Ferrol el mes que viene para iniciar en el arsenal gallego el trámite de baja definitiva de la lista oficial de buques de la Armada. El proceso, que durará entre seis y nueve meses, incluye el desarme total del barco. De forma previa, se llevará a cabo un inventario del material y, posteriormente, se reutilizarán algunas de sus piezas en otras infraestructuras de la Armada española. 

 La Armada dará de baja al barco en 2013 y maneja varias opciones de futuro, pero el desguace no se contempla ni siquiera a medio plazo 

Este proceso de baja es idéntico al que se llevó a cabo en 2009 con dos fragatas de la clase ‘Baleares’ (F-71), que han sido sustituidas por las nuevas F-100. La Armada no ha desguazado un barco en la última década y los buques que han dejado de prestar servicio se encuentran amarrados.

El portaaviones permanecerá atracado en el arsenal de Ferrol después de su desarme a la espera de un destino definitivo. La Armada baraja, por un lado, la posibilidad de acondicionar el barco para venderlo como material militar de segunda mano a terceros países. Esta opción obliga a realizar un importante estudio de costes, pero garantiza la supervivencia del buque y, además, supone un ejemplo para otras armadas internacionales del potencial de España en construcción naval. La segunda opción que se plantea es su utilización para prácticas de tiro y adiestramiento. Igualmente, dentro del abanico se incluye su apertura como museo naval. La última opción que se plantea es el desguace, una medida que no reúne muchos apoyos, ya que se trata del buque insignia de la Armada española durante las dos últimas décadas y su nombre, además, está vinculado a la Corona.

Polémica sin fundamento

El Ministerio de Defensa ha dado por finalizada la vida útil de este barco por varios motivos. La reciente entrada en la flota del nuevo portaaviones (LHD) ‘Juan Carlos I’ ha dejado obsoleto al ‘Príncipe de Asturias’, cuyo mantenimiento supone un gasto de 30 millones de euros al año. El ‘Juan Carlos I’ resulta más versátil al contar con capacidades anfibias. No hay que olvidar que el Ministerio de Defensa incluyó al portaaviones ‘Príncipe de Asturias’ y a varias fragatas en su plan de renovación de flota 2008-2012, pero la crisis dio al traste con este proyecto, que se estaba desarrollando en los astilleros de la Bahía. La adecuación y modernización del ‘Príncipe de Asturias’ suponían un desembolso de 100 millones.

El portaaviones ha sido el emblema naval de la Armada española desde 1988, fecha en la que salió de los astilleros de Ferrol tras nueve años de construcción. La inversión entonces fue desorbitada. El barco costó 630 millones de euros.

El nuevo buque jubiló al antiguo ‘Dédalo’, una nave norteamericana que compró España en 1973. Precisamente, cuando el ‘Príncipe de Asturias’ entró en servicio, España entregó a una asociación de combatientes americanos el barco para convertirlo en museo naval. Años después fue subastado y desguazado, aunque su cubierta aún se conserva.

La retirada del ‘Príncipe de Asturias’ ha generado una dura polémica entre los astilleros de Ferrol y las plantas de la Bahía. No se entiende por qué un barco que tiene su sede en Rota tiene que desplazarse hasta Galicia para despiezarlo. La Armada aclara que no se trata de un desguace sino de un desarme y esta medida se lleva a cabo en el arsenal de Ferrol por cuestiones técnicas de capacidad. El barco en cuestión tiene 196 metros de eslora, 24,3 de manga, 9,4 de calado y capacidad para transportar a 811 personas, incluida la tripulación.

De momento, su desguace está descartado, aunque la decisión se tomará a finales de 2013. Esta medida obligará a sacar un concurso público. Los astilleros de Ferrol están al margen de los planes de la Armada y ni siquiera tienen reservado dique para actuaciones a medio o largo plazo en el ‘Príncipe de Asturias’.

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