La Comisión Europea aprobó ayer el nuevo sistema de incentivos fiscales para la construcción naval, también denominado «tax lease», propuesto por el Gobierno de España y que supondrá un acicate para los astilleros españoles, entre ellos el de Gijón. El nuevo «tax lease» ha sido acogido con satisfacción tanto por la empresa naval asturiana como por el Gobierno regional.

 El director de Gondán en Castropol, Álvaro Platero, cree que el «tax lease» permitirá a los astilleros «empezar a contratar buques» 

LA NUEVA ESPAÑA, 22 Nov. (Gijón).- La Dirección General para la Competencia, que preside el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, apoyó la aprobación del nuevo sistema de incentivos fiscales por considerar que no vulnera la libre competencia y no constituye una ayuda de Estado, como habían denunciado, en contra de España, otros países europeos.

La medida pone fin a año y medio de inactividad en los astilleros privados españoles, después de que en junio de 2011 Bruselas abriera expediente al anterior modelo de bonificaciones fiscales vigente en España, denunciado por Holanda, Noruega, Finlandia y Portugal por competencia desleal.

El presidente de Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión (Pymar), Álvaro Platero, director de Gondán (Castropol) destacó que el nuevo sistema de bonificaciones fiscales «tax lease», que ha recibido la autorización por parte de la Comisión Europea (CE), permitirá a los astilleros españoles «empezar a contratar» la construcción de buques acogiéndose «a este nuevo esquema». En un comunicado difundido ayer, Pymar subrayó que este «nuevo esquema de tax lease» presentado por España y aprobado por la Comisión Europea «no contempla ningún tipo de incompatibilidad», tal y como se puso de manifiesto «desde su presentación, el pasado mes de mayo».

A juicio de los responsables de los astilleros en reconversión, «se trata de un nuevo régimen español de amortización anticipado de bienes adquiridos mediante arrendamientos financieros que se podrá aplicar a la adquisición de buques, entre otros». Platero agradeció la implicación tanto del Gobierno central como del gallego y del vasco por prestar al sector «todo el apoyo institucional» necesario para que se «desbloquee, por fin, la herramienta que nos va a permitir regresar al mercado y competir en igualdad de condiciones con el resto de astilleros de la Unión Europea».

Destaca Pymar que los países «más beneficiados» por la «desaparición» de los astilleros españoles del mercado europeo desde junio de 2011 han sido precisamente los que denunciaron ante Bruselas el «tax lease» español. Así, en Noruega, desde enero hasta agosto de 2012, según datos facilitados por Pymar, se contrataron 38 buques por valor de 2.900 millones de dólares, mientras que durante el mismo período un año antes sólo se habían contratado 17 buques por valor de 800 millones de dólares.

Por su parte, los astilleros holandeses, ubicados en otro de los países denunciantes y «haciendo uso de sistemas financiero-fiscales similares al español», hasta junio de 2011 sólo habían contratado cuatro buques por importe de 200 millones de dólares y, sin embargo, finalizaron el año con 29 contratos con una facturación de 1.600 millones, indicaron las mismas fuentes.

Todavía se desconoce el porcentaje de descuento (beneficio en la reducción de impuestos en la construcción de barcos) que permitirá la nueva herramienta, aunque fuentes del sector confían en que esté «próximo a lo que existe en Europa». Estas mismas fuentes recordaron que el modelo francés, en el que se ha basado el nuevo sistema español, tiene unos beneficios fiscales próximos al 20 por ciento. 

El nuevo régimen español de amortización en la construcción de buques, que permitirá deducir fiscalmente el coste de la construcción del barco desde el inicio de la misma, sin esperar a que sea explotado comercialmente, permitirá relanzar la construcción naval en Gijón, en el único astillero operativo, el antiguo Juliana, ahora propiedad de Armón.

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