Remolcadores del puerto irlandés de Castletown trataban ayer de culminar las labores de reflotamiento del pesquero gallego Nuevo Ría de Aldán, que encalló en la madrugada del sábado pasado en la boca de entrada al puerto de esa localidad de las islas. La tripulación, en total 11 gallegos, en su mayoría de la zona de O Morrazo, están sanos y salvos tras ser rescatados sin problemas por unidades de servicio del puerto, muy utilizado por la flota gallega de altura que trabaja habitualmente en aguas de Gran Sol.

 La tripulación, en total 11 gallegos, en su mayoría de la zona de O Morrazo, están sanos y salvos 

LA VOZ DE GALICIA, 29 Oct. (Vigo).- La nave, cargada con pescado de la marea realizada en días anteriores -zarpó desde Vigo hace apenas dos semanas- se quedó encallada en una zona de aproximación al puerto. Al parecer, el enfilamiento hacia la rada es muy pequeño. Fuentes de la Cofradía de Pescadores de Cangas dijeron que las informaciones que habían trascendido hasta el momento centraban el origen del problema en la pala del timón de la nave, que podría haberse quedado sin impulso hidráulico por un fallo del mecanismo que lo acciona. El pesquero, de unos 35 metros de eslora y con una capacidad en las bodegas de unas cien toneladas, se quedó por momentos sin gobierno, lo que derivó en un embarrancamiento contra la costa del puerto.

Al parecer, según las primeras evaluaciones oculares de los daños, estos no han sido cuantiosos, ni en el casco ni en la maquinaria del buque, y se espera que el pesquero, una vez reflotado y amarrado a puerto, pueda descargar sus bodegas y, con posterioridad, regresar a faenar con unas reparaciones de menor importancia.

Los marineros están alojados en un hotel de Castletown y mantienen la esperanza de volver a trabajar cuanto antes. Las operaciones de rescate transcurrieron sin incidencias, ya que los tripulantes pudieron bajar por la escalera de emergencias hasta el remolcador que les aguardaba metros más abajo.

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