El sector conservero español se siente agraviado frente a terceros países de fuera de la Unión Europea y así lo ha vuelto a transmitir en la IV Conferencia Mundial de las Conservas de Pescados y Mariscos que se celebra desde ayer en Vigo en el Centro Social Novacaixagalicia y que concluye hoy. 

La patronal clama en este encuentro mundial del sector contra las políticas que permiten la importación masiva de productos 

FARO DE VIGO, 11 Sep. (Vigo).- La presencia de representantes de diferentes autoridades comunitarias sirvió también para ratificar su rechazo a la propuesta de reforma pesquera de la UE y, por este motivo, el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, les entregó la propuesta única que aglutina a todo el sector gallego con "la esperanza" de que lo sometan "a un análisis riguroso". El objetivo de la patronal conservera española Anfaco –organizadora del evento– es que las conclusiones extraídas de estas jornadas sean tenidas muy en cuenta por la Unión Europea.

"Defendemos un marco justo para competir frente a la desigualdad real que existe", lanzó el presidente antes de invitar a los representantes de organismos europeos presentes, como la Dirección de Asuntos Marítimos y Pesca y la Dirección General de Comercio de la CE, a que se "acerquen a la realidad de las rías, de los mares, de las flotas y de las conservas y abandonen la realidad de los papeles". "Todos los productos que se venden en Europa tienen que cumplir los mismos requisitos", reclamó.

En la misma línea se mostró Juan Manuel Vieites, secretario general de Anfaco, " las principales reivindicaciones del sector pasan por cuestiones como las de tipo comercial, de abastecimiento del recurso y la sostenibilidad". Así, aboga por contar con "un campo de juego que sea igual para todos" y rechazó que "a unos se les exonere –en alusión a los acuerdos existentes con terceros países– y otros se les haga cumplir ciertas normas aún siendo de casa".

Acuerdos pesqueros como el reciente con Mauritania salieron a relucir durante toda la jornada como un mal ejemplo de las negociaciones y planteamientos europeos, pero sobre todo, los conserveros denunciaron el "gravísimo error" que supone que entre en la UE atún con menos exigencias que las aplicadas a un conservero comunitario. En concreto, se refirieron al caso de Papúa Nueva Guinea, donde existe un acuerdo de la UE con el país asiático por el que se libera de aranceles sus exportaciones a la UE y de las normas de origen de la materia prima.

Por su parte, el representante de la dirección de asuntos marítimos de la CE, Stefaan Depypere, declinó realizar evaluaciones concretas del caso gallego y, ya en su ponencia, consideró que este año la conferencia mundial se plantea en un momento "trascendental" porque se espera aprobar la Política Pesquera Común (PPC). Al mismo tiempo aseguró que el diálogo y contacto directo con el sector, "es una de las prioridades" de la comisaria María Damanaki.

Según se expuso en la jornada, la industria conservera supone el 3% del PIB gallego, genera 12.000 empleos en 65 empresas y el 70% de esos contratos son fijos. España es el segundo productor del mundo tras Thailandia y en nuestro país Galicia representa el 86% de todo el volumen.

Feijóo aprovecha el acto para pedir mejoras en la Política Pesquera

El máximo mandatario gallego, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó la ocasión para entregar –en un acto más protocolario que institucional– un dictamen elaborado por la Xunta en el que se recogen las mejoras que reclama Galicia para la nueva Política Pesquera Común (PPC). Se lo entregó en mano al secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, y al presidente de la Comisión de Pesca del Europarlamento, Gabriel Mato. Ambos ya mostraron su reprobación contra alguno de los puntos en los que se asienta la PPC. Mato, por ejemplo, ya adelantó que votará en contra del nuevo acuerdo suscrito con Mauritania y que deja en tierra a 20 cefalopoderos gallegos.

Entre los reclamos del Gobierno gallego está la posibilidad de transferir cuotas entre Estados o que se desvinculen las cláusulas humanitarias en las negociaciones con terceros países (como ha pasado con Gabón). El primero de los puntos es estratégico, ya que permitiría a la flota gallega –líder en Europa por capacidad pesquera– poder arañar más toneladas en los derechos de capturas. La Xunta además ha reclamado que la pesca artesanal tenga un tratamiento diferencial, y también la potenciación de la acuicultura bajo amparo comunitario.

El otro caballo de batalla del Gobierno gallego y del sector en su conjunto –aunque no forme parte de la PPC– es lograr la modificación del principio de estabilidad relativa, un sistema de reparto de cuotas instaurado en 1983 y que ha dejado a la flota española relegada a la última posición en derechos de pesca en Europa. Tanto Feijóo como la conselleira de Pesca, Rosa Quintana, aseguraron estar dispuestos a acudir a los tribunales si no se modifica "por las buenas".

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