El grupo Armón va a relanzar en los próximos días la actividad en su astillero gijonés, el último que sobrevive de una larga tradición industrial en la bahía gijonesa. Lo hará con la construcción del primero de los seis pesqueros de altura, para la captura del atún, cuyos contratos ha conseguido con tres clientes distintos. En negociación está la posibilidad de contratar más barcos del mismo tipo. La actividad en la antigua Juliana Constructora se reanuda este mes en temporada de atuneros, y Armón aún puede pescar más entre las empresas mexicanas que están ampliando sus flotas.
Los seis atuneros que construirá el grupo naviego aportan la misma carga de trabajo que un quimiquero y medio de los que antaño salían del astillero gijonés
El factor determinante, desde el punto de vista de la actividad industrial, son las horas de trabajo que requiere su construcción, que, a su vez, determinan los empleos que esos contratos van a generar. Aunque Armón guarda con celo la cifra exacta de las horas de trabajo que empleará en cada barco, atuneros del tamaño de los que se van a construir en Gijón requieren unas 250.000 horas, según explican antiguos trabajadores del sector que participaron en la construcción de buques similares en otros astilleros. En la práctica, esto implica que cuatro de estos atuneros aportan la misma carga de trabajo que uno de los grandes quimiqueros que antaño salían de los astilleros gijoneses, en cuya construcción se empleaban alrededor de 4.500 toneladas de acero, entre chapa gruesa e inoxidable.
Con seis atuneros en cartera, Armón aporta a su astillero gijonés la misma carga de trabajo que con un quimiquero y medio, en el caso de que los pesqueros se hicieran completamente en Gijón. Esto no se va a cumplir al menos con el primer atunero, después de que Armón derivara parte de la obra a su taller de Jarrio, donde se han cortado las 2.000 toneladas de acero para el barco.
El despegue de la actividad fabril en el astillero gijonés se materializará estos días, después de que la empresa haya acondicionado la zona de trabajo achatarrando los restos de bloques de buques inacabados por la antigua Factorías Juliana. Desde que se hizo con el astillero en diciembre de 2010, Armón ha realizado varias tareas de acondicionamiento de las instalaciones. Tareas que aún continúan, con la obra de dragado de la dársena de armamento, paso previo para transformarla en un tercer dique seco, con el que ampliar la capacidad de producción del grupo industrial asturiano, que tiene astilleros en Vigo, Burela (Lugo) y Navia, además del de Gijón.
En otros astilleros del grupo también están cayendo contratos, como el del buque oceanográfico que acaba de adjudicar al grupo asturiano el Instituto Nacional de Pesca (Inespa) de México y que Armón ha decidido construir en su astillero de Vigo.