La Unión Europea y Mauritania continuaron hoy, sin resultados tangibles, su segundo día de la séptima ronda negociadora para renovar el acuerdo pesquero entre las dos partes que expira dentro de siete días, a fines de julio.

 La UE propone un monto de 105 millones de euros por cuatro años 

Nuakchot, 25 Jul. (EFE).- Según supo Efe de fuentes cercanas a las negociaciones, la parte europea ha propuesto entregar a Mauritania un monto total de 105 millones de euros por los cuatro años que podría durar el nuevo acuerdo, muy por debajo de los 76 millones anuales que paga actualmente.

Además, la parte europea propuso que los armadores con derecho a faenar en el nuevo acuerdo paguen también una cantidad no precisada al gobierno mauritano, cuando en el acuerdo actual solo pagaban unas cantidades simbólicas.

Las fuentes aseguran que los armadores europeos podrían aceptar ese esfuerzo financiero siempre que las condiciones de pesca les sean rentables; en caso contrario, prefieren que no haya acuerdo a un acuerdo desfavorable.

Pero por su lado, el gobierno mauritano no quiere oír hablar de una reducción de la contrapartida financiera que percibe actualmente, y ello pese a que las exigencias que quiere imponer a los barcos supondrían una merma considerable de sus capturas.

El acuerdo vigente desde 2008 ofrece licencias para 110 buques europeos, de los que 60 son españoles -marisqueros, cefalopoderos o atuneros- y de ellos, unos 40 proceden de la región española de Andalucía.

En contrapartida, la UE paga a Mauritania 76,25 millones de euros anuales, lo que representa un 29 % de los recursos de su presupuesto.

En la quinta ronda de negociaciones celebrada en diciembre, las partes ya habían llegado a un consenso sobre los aspectos técnicos, y se acordaron cuestiones como el desembarque de las capturas en el puerto de Nuadibú, el compromiso de entregar un 2% de todas las capturas pelágicas y la obligación de los barcos de enrolar a un 60% de marineros mauritanos.

Además, también hubo acuerdo para que los barcos pesquen a partir de las 20 millas mar adentro para las especies pelágicas (en lugar de 13 como hasta ahora), y 8 millas mar adentro para los que pescan crustáceo (en lugar de 6), según las fuentes.

Sin embargo, los armadores europeos consideraron que esta reducción de las zonas de pesca es inaceptable, sobre todo para los barcos que pescan gamba y langostino, ya que sostienen que les hará perder prácticamente la mitad de sus capturas, lo que significará de hecho su salida del caladero mauritano al no serles rentable.

Esta postura de los armadores hizo que la parte europea llegara ayer, martes, con el planteamiento de que no había que dar nada por cerrado y que la llamada parte técnica está en discusión en la misma medida que la financiera.

Las delegaciones están encabezadas, por parte mauritana, por Sheij uld Ahmed, consejero técnico del ministro de Pescas encargado de la vigilancia marítima, mientras que la parte europea la dirige Stefaan Depypere, director de asuntos internacionales y de mercados de la Dirección General de Asuntos Marítimos.

La pesca representa el 50 % de los ingresos por exportaciones de Mauritania y un 10 % de su PIB total y da empleo al 10 % de los asalariados en el país.

Mauritania tiene otros acuerdos de pesca con países como Japón y China, y con este último comenzó a construir en 2010 en Nuadibú un gigantesco complejo pesquero que pertenece a la sociedad china Hong Dong International.

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