La desconfianza de los armadores extranjeros en la banca española por la crisis de la deuda soberana ha puesto en peligro la negociación de varios contratos de astilleros vigueses, según ha podido saber FARO. Armadores y navieros exigen ahora a los constructores navales que sus operaciones sean avaladas por entidades financieras foráneas o con fondos propios de los astilleros, condiciones que pocas firmas pueden cumplir. 

 Los armadores extranjeros desconfían de la banca española para avalar las operaciones 

FARO DE VIGO, 25 Jul. (Vigo).- Esta situación se complica todavía más por la ausencia de un sistema de bonificaciones fiscales tras la suspensión del tax lease hace un año, que les impide competir en costes con otros astilleros europeos.

El problema está en el "riesgo país" y en la "poca credibilidad" que ofrecen las entidades financieras españolas a los armadores extranjeros. Estos no se fían de los bancos nacionales para la financiación de los buques ni para la firma de las correspondientes garantías de los contratos, sobre todo a partir de la nacionalización de Bankia, el pasado mayo. Fuentes del sector naval explican que los armadores exigen trabajar con entidades extranjeras o que los astilleros avalen las operaciones con fondos propios, lo que estaría retrasando la firma de varios contratos y pondría en peligro otros. Las mismas fuentes señalan también que los tipos de interés que dan los bancos nacionales son "inasumibles" para los astilleros.

Además de las dificultades financieras, los astilleros siguen sin disponer de un sistema de bonificaciones fiscales que les permita competir en precios con sus homólogos europeos. El Gobierno había manifestado en junio que a principios de agosto podría ponerse en marcha el nuevo tax lease, pero en el sector dan por hecho que se retrasará a septiembre "o principios de octubre". Y tampoco se ha reactivado en la práctica el fondo de garantías patrimoniales de Pymar (Pequeños y Medianos Astilleros Sociedad de Reconversión), herramienta que facilitaba la financiación a los constructores navales.

Hasta ahora, de los astilleros vigueses solo Armón ha conseguido contratar nuevos buques este año: dos barcos ancleros para la compañía holandesa Heerema y un oceanográfico para el Gobierno mexicano, como adelantó en exclusiva FARO. El resto de las empresas mantienen negociaciones avanzadas con armadores europeos y de terceros países para aumentar su cartera de pedidos. Las dos mayores empresas de la Ría, Factorías Vulcano e Hijos de J. Barreras (éste último en suspensión de pagos), continúan con sus gradas vacías. 

Zamakona contrata dos buques para Noruega

El astillero vasco Zamakona cerró esta semana un contrato con el armador noruego Atlantic Offshore para la construcción de dos buques de rescate (stand-by rescue) y transporte para plataformas petrolíferas por 50 millones de euros. Se trata de barcos de 68 metros de eslora y 16 de manga que serán operados por las compañías petroleras Shell y Total. Su entrega está prevista en 2014.

Zamakona es uno de los pocos astilleros españoles que ha logrado carga de trabajo este año. El pasado marzo, la atarazana vasca ya había recibido el encargo de un nuevo buque atunero para la firma Echebastar Fleet y de un congelador de 76 metros de eslora para el armador Solvtrans. También La Naval de Sestao se habría adjudicado dos supply del desparecido Astilleros de Sevilla, a los que optaba Factorías Vulcano.

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