Sesenta y seis caballeros y damas alumnos de la Escuela Naval se convirtieron ayer en nuevos oficiales de la Armada
FARO DE VIGO, 17 Jul. (Marín).- Desde 2011, por un protocolo interno de la Casa Real, se ha reducido a uno por Ejército el número de asistencias a actos de entrega de Reales Despachos y Jura de Bandera. En el caso de la Armada, este 2012 le ha tocado a la Academia de Suboficiales en San Fernando (Cádiz).
En la ceremonia de hoy en Marín, en la que además de Morenés la representación de autoridades civiles ha recaído en el conselleiro de la Presidencia, Alfonso Rueda, en el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, y en la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, han jurado bandera 83 alumnos y recibido reales despachos, 66.
Uno de ellos, como ha sucedido en los últimos años, es un alumno de la Real Armada Tailandesa, que ha finalizado sus estudios en Marín. En cuanto a la promoción que hoy ha jurado bandera, pertenece al segundo curso del nuevo plan de estudios, que permite simultanear la carrera militar con la de Ingeniería Mecánica por la Universidad de Vigo.
Como invitado al acto de entrega de reales despachos ha estado presente, al igual que otros años, el buque escuela Juan Sebastián Elcano, que ha hecho un paréntesis en su participación en la "Top Sail Race" para atracar en la base de Marín, antes de dirigirse a Cádiz.
El buque escuela ha recibido con salvas al ministro de Defensa, que a continuación ha pasado revista antes de que comenzara el acto castrense con el homenaje a los caídos en acto de servicio.
En su alocución, el comandante director de la Escuela Naval Militar de Marín, Juan Luis Sobrino, ha evocado valores como "el orgullo, el compromiso y la entrega", que deben marcar la trayectoria de los nuevos oficiales como de los aspirantes que hoy han jurado bandera.
Asimismo, los ha conminado a compaginar "las tradiciones y virtudes militares" con la "necesaria capacidad de adaptación a una sociedad que cambia con asombrosa velocidad".
Desfiles, marchas, descargas de artillería, una oración de acción de gracias a cargo del arzobispo castrense y los himnos de España y de la Armada han sido el colofón a un acto en el que el sol y el calor han sido uno de los principales protagonistas.
La ausencia de algún representante de la Casa Real no deslució la brillantez del acto castrense más importante de los que se celebran en la Escuela Naval durante el año.
Tras la alocución del comandante director del centro se cantó el Himno de la Armada y desfilaron las brigadas participantes en el acto. El interés y la emoción desde las abarrotadas gradas por parte de los familiares de aspirantes y alumnos, verdaderos protagonistas de la ceremonia, destacó en la jornada. El sol de justicia castigó más a los que tuvieron que colocarse en las gradas sin cubierta pero los militares formados desde primeras horas en la explanada resistieron como nunca ya que sólo se apreció un desmayo durante la mañana.
Sesenta y seis aspirantes del Cuerpo General y 17 de Infantería de Marina se convierten ahora en alumnos de una carrera que les formará como oficiales de la Armada e Ingenieros de Mecánica, y 66 nuevos profesionales dejaron de ser alumnos para ocupar sus primeros destinos profesionales a partir de hoy mismo.
Fue la misma secuencia histórica de siempre con renovada ilusión de sus nuevos protagonistas.