Rosa Aza pasó su infancia jugando en el Cerro Santa Catalina. Su padre, capitán de artillería, mandaba el destacamento que custodiaba el polvorín del Cerro. En aquel acuartelamiento nació Rosa y allí creció jugando entre los soldados. Ahora, a sus 61 años, es ella la que va a capitanear la Autoridad Portuaria de Gijón, un polvorín de otro tipo al que llega cuando ya tiene varias mechas encendidas en Bruselas, Madrid y el domicilio londinense de Lakshmi Mittal, y con la tropa propia revuelta. 

 Próxima presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón 

De su habilidad para apagar fuegos y de su capacidad para captar clientes dependerá en gran medida el futuro del Puerto, asfixiado por los 465 millones de euros de deuda derivados de la obra de ampliación y de sus sobrecostes. El nuevo Gobierno del Principado ha puesto su confianza en ella para relanzar una infraestructura clave para la competitividad de la industria regional. Su nombramiento sólo está pendiente de formalismos ante Puertos del Estado y la publicación en los boletines oficiales.

Será la primera presidenta en la historia de El Musel, un entorno que conoce bien, dado que es experta en logística del transporte y coautora de estudios sobre el papel de los puertos asturianos en la economía regional. Los estudios sobre turismo han sido, junto a los relativos al transporte, los ejes centrales de su actividad investigadora en la Universidad de Oviedo. En uno de esos estudios evaluó las posibilidades del aeropuerto de Asturias. En otro analizó la importancia para Gijón de que el Sporting estuviera en Primera División. Lo elaboró tras el anterior descenso del equipo en 1998.

Además de primera mujer en presidir El Musel, su formación como economista también rompe moldes en un cargo al que los últimos gobiernos del PSOE siempre auparon a ingenieros de caminos. Llega en un momento en el que se requiere valor para coger el timón de la nave y a Rosa Isabel Aza Conejo no le falta. «Valiente» es una de las palabras en la que coinciden varios de sus allegados, amigos y valedores al pedirles que la definan.

«Leal», «preparada», «activa» y «amiga de sus amigos» son otros términos recurrentes entre quienes tratan más de cerca a esta mujer, que es la segunda de cinco hermanos y cuyas raíces se hunden en Pola de Lena, por su padre, y Segovia, por su madre.

Su dilatada trayectoria profesional comenzó en la Universidad de Oviedo y la ha llevado a cargos de responsabilidad en empresas y organismos en muchas ocasiones promovida por el PSOE, partido en el que, por otra parte, nunca ha llegado a militar a pesar de la gran afinidad con algunos de sus dirigentes, en especial la ex alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, quien la intentó aupar a la presidencia de El Musel en abril de 2004, propuesta que vetó el entonces presidente autonómico, Vicente Álvarez Areces.

Aza no es una mujer de carné. La rosa, emblema socialista, la lleva en el nombre, aunque su flor totémica es la orquídea. Su marido, el médico anestesista del Hospital de Cabueñes Tito de la Iglesia, fallecido hace unos años, era un apasionado de estas plantas delicadas, una pasión que comparten las dos hijas del matrimonio, que aún las cuidan en el invernadero de su casa de Deva.

Rosa Aza estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Santiago de Compostela, de la que salió con un título académico y con un compañero para la vida, ya que allí conoció a su marido.

En 1976 se incorporó a la Universidad de Oviedo como profesora titular de Fundamentos de Análisis Económico. Con el tiempo, fue primero subdirectora y después directora de la Escuela de Empresariales de Gijón. También formó parte del consejo de gobierno de la Universidad de Oviedo por elección.

Su experiencia en la gestión de entidades públicas y privadas es extensa y bien conocida. Ha sido vocal del consejo de administración de Cajastur, entidad financiera en la que llegó a presidir su comisión de control. También ha sido vocal de los consejos de Telecable y SADEI (Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales) y presidenta de los consejos de administración de Viastur y Aucalsa (que gestiona el peaje del Huerna) hasta que en julio de 2010 accedió a la presidencia de la Comisión Nacional del Sector Postal, su último cargo. En este puesto supervisó la desregulación del antiguo monopolio de Correos.

Entre los cursos que ha impulsado, destaca el Máster en Transporte y Gestión Logística, en colaboración con el Ministerio de Fomento, AENA, los puertos de El Musel y Avilés, Asetra y las principales empresas del sector. Aza fue una de las dos personas que diseñaron y echaron a andar este máster. La otra fue el también economista José Antonio Lago Alba, actual director financiero de El Musel y principal candidato a ocupar la dirección general del Puerto. Ambos son uña y carne desde hace años. La capitana de El Musel conoce bien su nueva nave, antes incluso de haber tomado el mando.

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