El Príncipe Felipe ha llegado este miércoles a Yibuti para visitar a las tropas españolas que luchan contra la piratería en el Océano Indico, en el marco de la misión naval de
Su viaje coincide con un momento clave para
YIBUTI, 21 (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Laura Caldito).- La visita de Don Felipe llega en un momento clave para la operación, ya que
La última vez que Don Felipe visitó a militares españoles en el exterior fue en noviembre de 2008, cuando viajó a Líbano, cuatro meses después de ir a Afganistán. En 2002 conoció de cerca la misión que desarrollaban las tropas en Bosnia y Kosovo.
El Príncipe ha llegado a Yibuti a las 06.15 horas a bordo de un avión Airbus 310 de
Después de visitar el destacamento aéreo se trasladará en helicóptero hasta el Patiño. Este buque volverá a España el próximo mes de abril, cuando el capitán de navío Manso pasará el mando de la fuerza a un marino francés. Este mismo miércoles partirá desde Rota la fragata Reina Sofía para relevar al buque de aprovisionamiento en el combate.
Antes de que se produzca este relevo puede tener lugar un hito en la misión de
Hasta el momento, sólo se han desarrollado acciones contra la piratería en alta mar. La operación Atalanta tiene como misiones la protección de buques del Programa Mundial de Alimentos que llevan ayuda humanitaria a Somalia, el apoyo a los buques de
Los países que participan en la misión han destacado su éxito por la disminución de ataques y secuestros a buques, principalmente pesqueros. En parte, esta mejora de la situación se ha debido a las medidas de autoprotección aplicadas por estos barcos con la incorporación de seguridad privada a bordo.
OCHO BARCOS SECUESTRADOS Y 213 REHENES
Según datos hechos públicos este martes por el comandante de Atalanta, Duncan Potts, si en marzo de 2011 había unos 33 barcos secuestrados por piratas con más de 750 rehenes, en la actualidad son ocho los barcos en poder de los piratas, con 213 rehenes.
Sin embargo, la operación Atalanta y los países que participan en ella están convencidos de que la piratería no se atajará mientras en la costa de Somalia siga reinando la falta de autoridad y de seguridad. "Es el momento de reforzar la presión sobre los piratas", resumió ayer el comandante Potts.
En concreto, en la carta al secretario general de Naciones Unidas, el jefe del Ejecutivo somalí daba su visto bueno a las operaciones militares "en las aguas territoriales, aguas internas y en territorio costero de Somalia y en su espacio aéreo".
Por el momento, según diversas fuentes diplomáticas consultadas por Europa Press, el consenso en
No obstante, las mismas fuentes recalcan que, aunque la operación Atalanta no contemple este tipo de acciones, pueda darse la "posibilidad" de que algunos países pongan en marcha acciones que impliquen el despliegue de militares sobre el terreno. Para ello, deberían alcanzarse acuerdos bilaterales con el Gobierno somalí, "caso por caso".
En un borrador de acuerdo del Consejo de
Hasta el momento, alguno de los socios que participan en Atalanta, como España y Alemania, han puesto algunas reservas de tipo formal, ya que el cambio de mandato deberá pasar un trámite parlamentario. Según las fuentes consultadas por Europa Press, si se confirma que la operación obtendría el visto bueno, se someterá a debate en la reunión que los ministros de Defensa de los Veintisiete tendrán este jueves y, un día después, los ministros de Asuntos Exteriores, en Bruselas, podrían darle la luz verde definitiva.
Desde su lanzamiento, las fuerzas de Atalanta han logrado detener a 117 presuntos piratas, unos 27 grupos sólo en 2011, según datos de la misión. El pasado mes, el Patiño detuvo a seis piratas, que le atacaron durante la noche desde un esquife, probablemente al buque español con un pesquero. Fueron trasladados a España y se encuentran en prisión mientras están siendo investigados.
De ser llevados a juicio, será el segundo caso contra piratas en España, después del proceso contra Abdu Willy y Raageggesey Hassan, arrestados un día siguiente del secuestro del atunero ‘Alakrana’, frente a las costas de Somalia, que tuvo lugar el 2 de octubre de 2009. Estos dos piratas se encuentran cumpliendo una pena de más de 400 años de cárcel que fue confirmada por el Tribunal Supremo el pasado diciembre.
La vertiente judicial de la misión Atalanta ha sido un punto débil en la misión, ya que la falta de una estructura gubernamental en Somalia ha impedido su enjuiciamiento. Se ha tratado paliar con acuerdos con países de la zona, pero que sólo han aceptado hacerse cargo de detenidos en sus aguas territoriales.
De este modo, en muchas ocasiones se ha dado el alto a esquifes piratas que, al no ser detenidos en la comisión de un delito y no existir denuncia contra ellos, han tenido que ser puestos en libertad, en la costa de Somalia.