El escritor cartagenero Luis Delgado, presenta mañana en el salón de actos de la Autoridad Portuaria de Cartagena «La fragata ligera. La palabra falsa de un rey». Lo hará acompañado de la escritora María Dueñas y del presidente de la Autoridad Portuaria, Adrián Ángel Viudes, quienes también intervendrán en el acto.  

 El escritor presenta hoy en Cartagena «La fragata ligera. La palabra falsa de un rey» 

LA RAZON.es, 25 Ene. (Murcia).- 

-El libro, que es el vigésimo volumen de su saga marinera, narra la historia naval española durante el Trienio Constitucional, y de forma especial sus repercusiones en la Real Armada…

-Exacto. La obra da comienzo con el pronunciamiento de Rafael del Riego y finaliza con la derrota de los liberales en Cádiz ante las tropas del duque de Angulema, que fueron conocidas como «Los cien mil hijos de San Luis». En su aspecto puramente naval, expongo las extraordinarias acciones llevadas a cabo por el capitán de fragata Ángel Labor al mando de una división naval, con insignia izada a bordo de la fragata ligera, por las costas de Tierra Firme (actuales costas venezolanas) e islas Antillanas. Todo ello sin olvidar los acaeceres puramente novelescos de los personajes de ficción que utilizo como hilo conductor en la saga.

 

-¿Cuál es el nexo de unión que articula este ejemplar con todos los anteriores?

-Desde que comencé esta saga marinera española, mi intención ha sido exponer la historia de la Real Armada, desconocida para un elevado porcentaje de españoles, de forma novelada, amena y divertida, desde la segunda mitad del siglo XVIII, su momento de mayor esplendor y poder naval, hasta la Guerra Civil de 1936. En principio se encuentra estructurada en 56 volúmenes. A pesar de ser novela, intento mantener el máximo rigor histórico y marinero. El nexo de unión entre los volúmenes de la saga es la presencia de diferentes generaciones de una misma familia entroncada en la Armada durante siglos.   

 

-¿El libro responde a una novela histórica o a una historia novelada?

-Mucho he discutido ambos conceptos en seminarios y conferencias, incluso lo que se pretende con ellos. Si empleamos la terminología básica, mi saga marinera española es una colección de novela histórica marítima, porque al género novela pertenece cada volumen, con las tres partes inexcusables en toda trama. No obstante, al mismo tiempo pretendo novelar la historia, entendiéndola con el rigor que a la historia se le debe conceder.

 

-¿Cuál es su relación con el mar y cómo surge?

-Aunque nacido en Murcia, mi familia paterna es de ascendencia marinera en muchas generaciones. Ingresé en la Armada en 1963, para recibir el despacho de alférez de navío en 1968. Mi último empleo ha sido el de capitán de navío durante 15 años.

 

-¿Qué personajes históricos navales son sus preferidos?

-De forma especial, intento rescatar del olvido aquellos hombres de mar desconocidos, pero con una extraordinaria y callada labor a sus espaldas día a día. Porque ellos fueron los artífices de que descubriéramos, conquistáramos y pobláramos más de medio mundo, lleváramos por los cinco continentes nuestra lengua y nuestra cultura, así como de mantener un colosal imperio ultramarino durante tres siglos. En cuanto a personajes famosos, me decanto sin dudarlo por el teniente general de la Armada, don Antonio de Escaño, genial cartagenero que llegó a ser ministro de Marina y Regente de España en unos momentos de especial dificultad nacional, artífice principal de que los franceses no llegaran a pisar Cádiz y se mantuviera izada la bandera de la España libre.

 

-¿Cuál ha sido su vivencia más peligrosa en el mar?

-De forma especial, cuando comprendes que el mar te come y estimas que vas a perder el buque en el que te encuentras embarcado. Recuerdo un temporal terrible navegando desde Ferrol a Estados Unidos, a la altura de las islas Azores, en el que debimos inundar algunos compartimentos y nos temíamos lo peor. Pero también otros intentando tomar la barra de Setúbal con escaso gobierno o la entrada de Pasajes con una sola máquina, bajo una marejada muy dura y con escasas esperanzas de conseguirlo. Luego, tiempo después, incluso se recuerdan con cariño y añoranza.

 

-¿Qué acogida tienen sus libros?, ¿cuál es el público que más los adquiere?

-Por fortuna, la acogida de la saga marinera ha sido muy buena y algunos ejemplares corren por la cuarta edición. Son muchos los que comprenden que se trata de la primera colección de novela histórica naval española, rivalizando en el mercado con más de una docena británicas. Sin embargo, reconozco que mi mayor sorpresa ha sido comprobar que me escriban bastantes lectores de tierra adentro; de Cuenca, de Toledo o de Extremadura, pero también desde un perdido pueblo de La Pampa argentina, del alto Perú o de una pequeña localidad mexicana. No obstante, es indudable que el lector más habitual pertenece a poblaciones costeras.

 

-¿Durante qué años fue director del Museo Naval de Cartagena? ¿Qué recuerdos tiene?

-He sido director del Museo Naval de Cartagena y delegado del Instituto de Historia y Cultura Naval en el Mediterráneo durante trece largos años. A continuación he sido nombrado miembro del Real Patronato, que preside S.A.R. el Infante don Carlos de Borbón, para mantener mi vinculación con dicha institución. Mi mayor satisfacción ha sido la de conseguir que se aprobara y comenzara su andadura el plan del gran Museo Naval en el entorno del antiguo Cuartel de Presidiarios y Esclavos, un proyecto extraordinario para Cartagena, para la Región y para la Armada, que verá la luz poco a poco. No se desarrolló en un principio como empresa fácil porque han sido innumerables los obstáculos de todo tipo que debimos superar. Pero ahí tenemos el resultado que, ahora, el nuevo director ha tomado de su mano con extraordinario afán.

 

-¿Qué proyectos tiene a corto y largo plazo?

-En el aspecto literario, mi proyecto principal es el de continuar con esta saga marinera española, de la que estoy ahora mismo escribiendo el volumen número 21. Pretendo seguir colaborando con el Museo Naval de Cartagena y no dejar de mano mi interés por la historia naval, con algunas colaboraciones concretas y conferencias.

 

En primera persona

Sueña con ver finalizada su colección de novela histórica naval, «Una saga marinera española», su filosofía de vida es hacer felices a los que le rodean. Le gusta leer y escribir. Su frase es «mirando al mar fuimos grandes, pero cuando volvimos la mirada hacia tierra, nos hicimos pequeños y miserables». Considera que su virtud es la tenacidad y su defecto la impaciencia. Le preocupa el Museo Naval de Cartagena. Su comida favorita es un buen arroz y le gustaría volver a las islas Vírgenes. Su libro preferido es «Crimen y castigo» y su referente en la vida Antonio de Escaño. Su escritor favorito es Pío Baroja.

 

«La fragata ligera»

Luis Delgado

NORAY

440 páginas. 25 euros.

Be Sociable, Share!