Ramón Aguirre es desde el pasado viernes nuevo presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), accionista único de los astilleros públicos. Como consecuencia de sus nuevos cometidos, tendrá que hacer frente a la etapa más difícil de las factorías de Navantia desde su creación, en el 2005, y una de las más complicadas de su historia por la dureza del entorno económico y por el incremento de la competencia mundial. 

 Los astilleros gallegos agotarán en el 2012 la mayoría de su carga de trabajo 

LA VOZ DE GALICIA, 17 Ene. (Ferrol).- Si bien es cierto que no todas las plantas navales atraviesan por la misma situación, las de la ría ferrolana enfilan uno de los peores ejercicios, en cuanto a ocupación y perspectivas de nuevos contratos. Aguirre ocupaba hasta el momento el cargo de portavoz económico del PP en el Congreso, y también ostentó la presidencia del Instituto de Crédito al Consumo. Ayer tomo posesión de sus nuevos cometidos. 

-¿Cuál es la situación de los astilleros públicos en el arranque del 2012?

-La cartera de pedidos de Navantia, que llegó a superar los 6.000 millones en sus momentos álgidos, ronda los 2.500. La situación de sus plantas es desigual: mientras que la de Cartagena tiene despejado su futuro a medio plazo, las de Andalucía y la ría ferrolana son las que presentan peores niveles de ocupación. En Ferrol este año se entregará el primer buque anfibio para Australia y la quinta fragata F-100. Solo quedará en construcción el segundo megabuque para las Antípodas, lo que supondrá la pérdida de miles de empleos en las compañías auxiliares. Además, como consecuencia en la demora de los pagos por parte del Ministerio de Defensa, Navantia arrastra una deuda superior a los 3.000 millones de euros. 

-¿Afectarán los recortes al naval público?

-El Gobierno ya ha advertido de que no descarta privatizaciones de empresas públicas para recortar el déficit, aunque parece poco probable que los astilleros se incluyan dentro de las posibles firmas a enajenar, entre otras cuestiones por el carácter estratégico que tienen para el Ministerio de Defensa. No obstante, el objetivo del Ejecutivo de reducir el gasto preocupa a los representantes de los trabajadores, por cuanto, de no producirse nuevos encargos, lo que a corto plazo no está previsto, pronto se quedarán las gradas vacías. Y debatir sobre el futuro cuando las plantas están con una ocupación menguante no es el mejor de los escenarios posibles. 

-¿Qué clima social se encontrará en el naval público?

-De la SEPI no solo dependen los astilleros, sino un conglomerado de empresas públicas, como Tragsa, Hunosa y RTVE, entre otras. Sin embargo, en Navantia las movilizaciones de los trabajadores han ido en aumento, principalmente en Ferrol y Cádiz, en demanda de más trabajo. De hecho, en la ría esta semana se decidirán nuevas protestas. Hoy desembarcan en Ferrol los máximos dirigentes de la Federación del Metal de CC.OO. para abordar la situación con los representantes de la central en la ciudad.

 -¿Se ha apagado la demanda de un nuevo dique flotante para Navantia Fene-Ferrol?

-No. Trabajadores de Navantia, empresarios del naval y todos los partidos políticos apoyan la construcción de un nuevo dique flotante en la ría, que costaría 140 millones pero aseguraría carga de trabajo para dos años. Entre otros cometidos, los nuevos gestores de la SEPI tendrán que pronunciarse sobre esta demanda.

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