2011 pasará a la historia por ser el peor año para el sector naval vigués, al menos en las tres últimas décadas, desde la reconversión vivida en los 80.

Los astilleros de la Ría no consiguieron ningún pedido desde enero y no prevén contrataciones hasta fin de año
 
Atlántico Diario, 18 de noviembre de 2011 (Vigo). Los astilleros de la Ría no han conseguido firmar ni un sólo contrato desde enero debido a la falta de financiación y al bloqueo del ‘tax lease’, el sistema de bonificaciones fiscales que usan para contratar barcos de gran tonelaje y que está siendo investigado por la Unión Europea.
 
En la época del ‘boom’ -años 2005, 2006 y 2007- sus carteras de pedidos estaban más llenas que nuncas y el punto más alto lo consiguieron en 2006 con 25 barcos nuevos contratados. Armón se hizo con tres ese año, Cardama con dos, Freire con cuatro, Vulcano con seis, MCíes con cuatro y Factoría Naval de Marín, Barreras y Metalships con dos. Hoy en día MCíes está desaparecido tras quebrar, Barreras y Vulcano en concurso de acreedores y sin nada de trabajo, igual que Factoría Naval y el resto con mínima actividad.
 
En el conjunto de España los astilleros consiguieron tres contratos nuevos en lo que va de año, dos del asturiano Armón -con una factoría en Vigo- y otro de Gondán. El primero se acaba de hacer con un pedido para construir 14 remolcadores para el Canal de Panamá. La empresa todavía no ha hecho oficial el reparto del trabajo entre sus centros de producción por lo que el vigués podría verse beneficiado.
 
Los datos de la Gerencia del Sector Naval (Gernaval), del Ministerio de Industria, revelan que 2011 es el peor año en décadas. 2009 y 2010 registraron mínimos históricos, con 13 y 25 buques nuevos muy lejos de los máximos alcanzados con el ‘boom’ del naval. En 2005 lograron 74, en 2006, 81 y en 2007, 78. En la Ría de Vigo la media anual era de unos 20 contratos en la última década.
 
El deterioro de la cartera de pedidos del naval vigués se ha visto reflejado en la pérdida de peso en el conjunto del sector español. La actividad naval en Galicia representa hoy un 30 por ciento y País Vasco le ha arrebatado el liderato que tenía al poseer ya un 40 por ciento.

En materia de empleo, los astilleros gallegos perdieron unos 8.000 puestos de trabajo en los dos últimos años.

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