"La Unión Europea (UE) elabora algunos reglamentos sobre el papel que llevados a la práctica impedirían capturar un sólo kilo de pescado". Puede parecer una broma, pero sin embargo está es la situación con la que debe lidiar la flota gallega en Bruselas, cuya "absurda tecnocracia" conlleva el riesgo de que algún día acabe por desmantelarse. Al menos, así lo cree buena parte del sector, como quedó patente un nuevo debate de actualidad del Grupo Correo Gallego, que decidió abordar esta vez el sangrante recorte de cuotas pesqueras en especies de especial interés para la comunidad como la bacaladilla y la caballa. Y ojo, porque también se temen medidas así en el jurel o la cigala.

Sector y Xunta ven bien crear un "lobby" en Bruselas para evitar sangrantes recortes de cupos en las especies de interés//"España debe preparar más los consejos de ministros"
 
EL CORREO GALLEGO, 28 Mar. (Santiago).- Desde la Asociación de Armadores de Ribeira tienen una clara idea de cual es el principal desencadenante de estos recortes de cupos propuestos desde la UE, tal y como desveló su representante en la mesa, Ignacio Vázquez. A su juicio, este hachazo a la economía autonómica, pues hablamos de un sector productivo estratégico, responde a una "guerra de mercado" entre los grupos de presión de Islandia, Noruega o las Islas Feroe, que quieren ganar cuota a costa de las especies que dejan los gallegos. Europa, recordó, importa el 75% del pescado que consume, mientras que en España es el 50%. "Y aún así, se limita nuestra capacidad".
 
Un diagnóstico en el que coincidió el presidente de PescaGalicia-O Barco, Torcuato Teixeira: "Parece que es Noruega, un país extracomunitario, quien dicta la política pesquera de la UE", argumentó. Visto el papel jugado por la comisaria europea María Damanaki, "lo mejor que podría hacer es irse a su casa". "Nunca se produjo en la UE una reducción tan drástica como la del 93% en la bacaladilla" -donde se pasará de capturar 13.000 toneladas a sólo 800- recordó Teixeira.
 
Desde la Xunta, el director xeral de Ordenación e Xestión dos Recursos Mariños, Pablo Fernández Asensio, consideró que la única solución posible para acabar con esta situación pasa por enviar a Bruselas un mensaje de unidad. Galicia, señala, ya emitió dos informes sobre la bacaladilla y están previstas reuniones con el Ministerio de Medio Marino y la presidenta de la comisión de Pesca del Parlamento Europeo, Carmen Fraga.
 
Informes científicos. Asensio reitera que no es suficiente con protestar: "Hay que hacerse valer con informes científicos ante la UE". En este sentido, los biólogos marinos y los pescadores "deben de estar unidos y cruzar sus datos", recomendó. "Hay que llevar documentación para cambiar los patrones en los que se basan las decisiones europeas", que en muchos casos responden a informes "elaborados hace seis años". "Los pescadores dicen que la pesquería está bien, pero eso no llega".
 
A su vez, el sector pesquero "siempre reclamó" tener un conocimiento científico de como está el stock, contestó Vázquez, recordando la eterna aspiración de poner en valor la triple hélice – profesionales, Universidad y Administración-. "Colaboramos con el Instituto Español de Oceanografía (IEO), con biólogos a bordo de las embarcaciones, pero echamos de menos un informe científico sobre la bacaladilla para poder dividir la pesquería entre norte y sur". Además, se quejó de que los buques oceanográficos ya no dependen del Ministerio de Medio Marino y se dedican a otras investigaciones. Para Vázquez, uno de los grandes problemas a la hora de elaborar los informes es que hay veces en las que los puntos de referencia de los que se toman muestras no son correctos, y los "testeos" dicen que hay abundancia, pero no se mueven de una zona. "Hace falta más intercomunicación".
 
Una labor continua. Al hilo de esto, Teixeira explicó que las poblaciones pesqueras no son estáticas. "Los bancos se mueven, no son algo matemático", por eso los científicos hacen a veces propuestas "descabelladas". Teixeira opina que los Consejos de Ministros donde la UE decide sobre que especies va a proteger recortando sus Totales Admisibles de Captura (TACs) y cuotas, "hay que prepararlos durante todo el año" hasta que se celebran en diciembre.
 
Así, los tres invitados coincidieron en que el Gobierno español "debe trabajar más los Consejos de Ministros" aportando más informes científicos. "En la última cita, la ministra salió toda contenta tras un recorte brutal de las especies con más interés, y aún encima llevaba como asesor a un representante del Gobierno extremeño -en el segundo semestre del año pasado le tocaba a Extremadura asumir la representación de todas las comunidades en los Consejos de Ministros de Agricultura y Pesca de la UE-. Galicia pidió asesorar al Ministerio, pero se negaron, es increíble", se quejaron los miembros de la mesa. "Al menos, queríamos que fuese una comunidad que tenga mar", argumentaron, recordando que el año anterior la misma represantación recayó en otro territorio pesquero por naturaleza: Castilla-La Mancha.
 
Sobre el recorte inédito del 93% en la bacaladilla, Torcuato Teixeira subrayó que nadie contaba con una medida tan brutal, pues en la previa del reglamento no se había hablado de tal porcentaje. "Eso no es normal ni asumible para la flota", teniendo en cuenta la situación socioeconómica y la de la industria. La bacaladilla, apuntó, "se estaba metiendo en el mercado del Este, que ahora ocuparán otros países".
 
Grupos de presión. En la actividad pesquera, tal y como analizó el representante de los arrastreros de Ribeira, lo que prevalece es "el mercado y los criterios políticos y lobbys que actúan en Bruselas". España "carece" de un grupo de presión en el corazón de Europa. "Cualquier error en la política pesquera repercute en Galicia, pues aquí está el 80% de la flota", comentó a modo de ejemplo para dar cuenta de que cualquier desliz en las negociaciones puede ser "irreparable".
 
Buen conocedor del funcionamiento de lonjas como la de Ribeira, Vázquez calculó que la bacalaidlla y la caballla suponen hasta el 70% de su actividad. Con datos así, no se comprende como siendo la comunidad la región con una mayor dependencia socioeconómica de la pesca y con la flota más numerosa, a la hora de la verdad su palabra "no cuente". "El mercado no espera por nosotros -añadió-. Los nichos que perdemos van para importaciones de otros países . Llegará el momento en que la flota se desmantele", auguró. Dicho esto, los arrastreros gallegos se mostraron "dispuestos a competir", pues se ven preparados y con ganas. Eso sí, sólo piden que sea en las mismas condiciones que los demás países.
 
Retomando el testigo, Teixeira abogó por remar todos en la misma dirección, "con lealtad". A su entender, en la Comisión Europea "tenemos al enemigo", al que tenemos que derrotar entre todos porque "nos jugamos mucho". "Soy un firme defensor de la creación de un grupo de presión permanente en Bruselas para defender a la pesca gallega", remarcó, algo que a la Xunta le pareció buena idea.
 
Instituto Oceanográfico gallego. Para ayudar e ese lobby a conseguir las mejores condiciones para los pescadores gallegos y las especies de más interés para la comunidad, Torcuato Teixeira insistió en la necesidad de contar con un Instituto Oceanográfico gallego, que facilite informes científicos específicos para su flota.
 
De no tomarse medidas en esta dirección, la flota gallega seguirá sufriendo recortes como lleva sucediendo desde hace 25 años, coincidiendo con la entrada de España en la Comunicad Económica Europea (CEE), el 1 de enero de 1986. Desde aquel entonces el recorte es del 50%, mientras los TACs y coutas no dejaron de reducirse, como cuantificó Vázquez. Todo ello, a pesar de que en la comunidad "hicimos los deberes para adpatarnos al stock".
 
Desastrosa entrada en la CEE. La desastrosa entrada española en la Comunidad Europea, como la definió Teixeira, ya que "el Gobierno central de aquel entonces vendió a la pesca para beneficiar a otrs sectores como el aceite o la fruta", provocó que los porcentajes que se adjudicaban a la flota nacional, incluida la gallega, siempre estuvieran muy por debajo de su capacidad, circunstancia "que fue empeorando año a año".
 
"Desde 1986 se nos lamina y se nos ponen trabas. Tenemos capacidad y unas infraestructuras impresionantes, con barcos nuevos y el pescado frente a nuestra costa. Nadie, ni siquiera las organizaciones ecologistas como Oceana o Greenpeace, tiene tanto interés como los profesionales en conservar el mar y los stocks, pero nos falta el apoyo político de la UE", conluyó
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