Si 2009 fue malo para el naval vigués, 2010 fue peor, con sólo cuatro contratos firmados (en 2009 fueron cinco). A pesar de los malos datos en cuanto a pedidos, la actividad de los astilleros de la Ría hacen que Galicia lidere la construcción naval privada española y suponen un 41 por ciento, seguida de País Vasco, con un 32 por ciento, según los últimos datos disponibles en la Gerencia del Sector Naval, del Ministerio de Industria.

Los astilleros españoles lograron una veintena de contratos el año pasado, frente a los 75 de 2008
 
ATLANTICO DIARIO, 8 Feb. (Vigo).- Última botadura que se realizó en Vigo, el pasado enero en Barreras. El buque, de 175 metros de eslora, es el mayor construido en la Ría. Foto: ArchivoLas cifras, correspondientes a los nueve primeros meses de 2010, revelan que la comunidad gallega perdió peso en cuanto a los nuevos contratos en favor de la autonomía vasca, con 27.913 CGT (es como se mide la fuerza del trabajo) y 83.014, respectivamente. No obstante, si se tiene en cuenta la cartera de pedidos total, los astilleros vigueses lideran con 260.518 CGT, frente a los apenas 200.000 de los vascos.
En Vigo, sólo lograron contratos nuevos el año pasado Cardama (2), Metalships y Freire. En 2009 consiguieron cinco y en 2008 obtuvieron 17 pedidos. Los astilleros privados firmaron el año pasado apenas una veintena y en 2008 fueron 75, datos que ponen de manifiesto los difíciles momentos que pasa el sector.
 
Récord en 2008
 
Cuando se desató la crisis económico-financiera (en 2008) los astilleros españoles tenían una cartera de pedidos histórica fruto de las negociaciones llevadas a cabo en los años anteriores. Eso les permitió mantener un alto nivel de actividad frente a otros sectores industriales con ciclos más cortos (para un barco es necesario al menos un año y medio). Ahora es cuando peor lo están pasando las empresas porque los contratos que tienen en vigor, en la mayoría de los casos, están a punto de acabarse, los buques están casi finalizados para su entrega final al armador. Con lo cual el sector ya prevé un 2011 duro porque de conseguir nuevos pedidos no cristalizarían hasta 2012.
 
Los que peor lo están pasando en estos momentos son Vulcano y su filial asturiana Juliana, Factoría Naval de Marín y MCíes. Éste último acaba de liquidarse hace unos días, después de casi dos años en suspensión de pagos y se convierte en el primer astillero desaparecido desde que comenzó la crisis. Factoría Naval de Marín logró finalmente evitar el concurso de acreedores, pero su situación es delicada. Debía cerca de 60 millones a unos 400 proveedores, pero con el plan de viabilidad acordado por ambas partes las auxiliares le perdonaron 20 millones. El pago lo deberá hacer en tres plazos hasta finales de 2012.
 
Vulcano acaba de entrar en concurso de acreedores y está aplicando un ERE sobre su plantilla para afrontar la escasa carga de trabajo. Tiene un barco en construcción que estuvo dos meses y medio paralizado por falta de liquidez. Su filial Juliana, en Gijón, está en proceso de liquidación, lo que significa que desaparecerá.
 
Otros astilleros como Barreras o Polyships, del Grupo Rodman, también están aplicando Expedientes de Regulación Empleo (ERE) para superar 2011 y negocian con las armadoras para lograr pedidos para los próximos años.
 
Barreras ultima la firma de tres nuevos contratos
 
Barreras estrena el año con nuevos contratos. Tiene acordados tres pedidos, de los que sólo falta la firma definitiva. Se trata de dos ‘ferris’ para la empresa canaria Naviera Armas por 175 millones de euros cada uno. Serán buques gemelos, de 205 metros de eslora, lo que los convertirá en los barcos más grandes jamás construidos en la Ría de Vigo. Barreras tiene en la actualidad a 30 trabajadores afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), cifra que aumentará en las próximas semanas hasta alcanzar los 40 debido a la escasez de trabajo.
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