Los armadores vigueses, a través de Cluspesca –clúster del sector extractivo integrado en
Clupesca negocia financiación para el proyecto pese a lograr solo 24 de los 99 Mw solicitados
FARO DE VIGO, 02 Feb. (Vigo).- Tras un intenso fin de semana de reuniones, las dos semanas habilitadas por la Xunta para la presentación de recursos a la adjudicación de los Mw del concurso eólico alivió algo la presión en que vivió los últimos días la flota viguesa –que asume esta quincena como plazo para ultimar técnicamente su proyecto– ante una decisión crucial: seguir adelante con el plan, redimensionado para adaptarlo a los Mw concedidos, monetarizar el plan industrial [entregar a la Xunta en efectivo el valor del plan industrial para no ejecutarlo y mantener la concesión eólica o renunciar definitivamente al concurso.
Ayer, el presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, Javier Touza, señalaba que “tenemos la firme esperanza de poder seguir adelante y llevar a cabo el plan industrial y la mejor demostración de que por ahora seguimos adelante, aunque sin la certeza al 100% de que pueda salir, es que por el momento ni renunciamos a él ni monetarizamos. Es decir, seguimos adelante y tenemos hasta el 15 de febrero”.
La tarea pendiente para esta quincena es, según Touza, gestionar la financiación pendiente para desarrollar un poyecto que, globalmente, asciende a unos 50 millones de euros, incluyendo tanto el propio plan industrial como las infraestructuras necesarias para la explotación de los 24 Mw adjudicados .
Sin dar cifras, Touza indicó que buena parte de la financiación estaría ya lograda pero parte por concretar, lo que abre múltiples vías de negociación, en las que se cruzan tanto la administración autonómica, como las entidades financieras, la propia flota o el clúster naval Aclunaga.
Aunque en principio se había explicado que el plan industrial incluía la construcción de siete grandes arrastreros de la flota de las sociedades mixtas agrupadas en Acemix, tal proyecto seguirá una vía diferente y separada, según explicó ayer el propio Touza, quien señaló como causa de esta situación la “urgencia” que impone el concurso eólico “aunque son proyectos que pueden tener puntos de conexión”.
Perspectivas
Así es que queda ahora por determinar qué número de barcos y de qué flota se construirían de seguir adelante con el concurso eólico, para lo que, según ha podido saber este diario, se abre la posibilidad de que armadores de otros segmentos de la flota viguesa puedan presentar sus opciones para lograr un paquete de construcción de buques por importe global de unos 16 millones de euros. Touza no esconde, sin embargo, que “al final, es una decisión que no depende solo de nosotros, que estamos codo con codo en este proyecto”.